La industria avícola de la península de Delmarva vigila con cautela los aranceles globales, pero la producción sigue en aumento
Mientras aumentan las tensiones arancelarias globales con China, la industria avícola de la región, valorada en 4.800 millones de dólares, sigue centrada en el crecimiento.

Un camión lleno de pollos vivos circula por Millsboro, Delaware. (Kimberly Paynter/WHYY)
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El tira y afloja sobre el aumento de los aranceles impuestos por y contra Estados Unidos ha generado incertidumbre en diversas industrias. La guerra comercial está siendo monitoreada de cerca por los líderes de la industria avícola de Delaware, un pilar económico fundamental del estado.
El año pasado, se criaron más de 613 millones de pollos en la península de Delmarva, según la Asociación del Pollo de Delmarva (DCA, Delmarva Chicken Association). Esta región, que incluye todo Delaware, la costa este de Maryland y la costa este de Virginia, procesó 4.6 mil millones de kilos de pollo en 2024.
En marzo, después de que el presidente Donald Trump anunciara planes para aumentar de forma generalizada los aranceles a las importaciones chinas en un 20%, China añadió un arancel adicional del 15% a las exportaciones agrícolas estadounidenses, incluido el pollo. Desde entonces, ambas naciones han intercambiado críticas sobre diversas medidas para aumentar y reducir los aranceles.
A pesar de la incertidumbre, los líderes avícolas de la zona dicen que no hay motivos para que los consumidores entren en pánico.
“Los criadores y empresas avícolas de Delmarva han podido producir más alimentos hoy que antes para una región en rápido crecimiento, incluso mientras se pierden tierras agrícolas debido al desarrollo urbanístico, y lo estamos haciendo de una forma responsable con el medio ambiente”, declaró Holly Porter, directora ejecutiva de la Asociación de Pollos de Delmarva, en un comunicado de prensa. “El año pasado, los criadores y las empresas superaron múltiples desafíos para seguir alimentando a Estados Unidos y al mundo, incluyendo la inflación, que encareció la energía y los equipos agrícolas, y el gasto y el arduo trabajo necesarios para proteger nuestras aves de la gripe aviar. Como resultado, Delmarva sigue siendo líder en la industria avícola estadounidense”.
“La comunidad avícola es una parte importante de la economía agrícola de Delaware y, en realidad, de su economía en general”, afirmó James Fisher, gerente de comunicaciones de la Asociación de Pollos de Delmarva. “Aproximadamente el 70% de los ingresos totales de cualquier granja en Delaware provienen de granjas avícolas… El valor de toda esta producción de pollos es de aproximadamente $4.8 mil millones en 2024”.
El valor al mayoreo de los pollos criados en la península aumentó casi 500 millones de dólares desde 2023.
Aranceles: una nube en el horizonte
Si bien la producción está aumentando, permanece la incertidumbre sobre cómo los aranceles emergentes podrían afectar el comercio futuro.
“Las empresas avícolas siempre se enfrentan a diversos desafíos al intentar comercializar su pollo en el extranjero”, dijo Fisher. “Todos en la comunidad avícola queremos estar seguros que los mercados extranjeros para el pollo, especialmente para productos como las patas de pollo, que solo tienen un mercado importante fuera de EE. UU., sigan estando disponibles”.
Fisher señaló que, si bien aproximadamente el 15% del pollo estadounidense se exporta, la gran mayoría es consumida en el país, lo que significa que es poco probable que la actividad arancelaria actual afecte a los precios de los alimentos estadounidenses por ahora.
“Más del 99% del pollo que comemos en Estados Unidos fue incubado, crecido y criado en el país”, afirmó. “Por lo tanto, para el consumidor, los aranceles no van a tener un impacto evidente en los precios del pollo”.
La industria avícola muestra resiliencia
A pesar de la inestabilidad comercial mundial, los datos de 2024 reflejan una continua inversión y crecimiento en la industria. La capacidad de los criaderos de pollos en la península aumentó de 138 millones de pollos en 2023 a 146 millones en 2024; los pagos a los productores aumentaron de 312 millones de dólares a 327 millones de dólares; y las nóminas aumentaron en más de 25 millones de dólares también.
El número de casas de pollo también creció – de 4,909 en 2023 a 4,986 en 2024 – lo que indica confianza a largo plazo entre los productores.
“En la comunidad avícola, nuestro objetivo es crecer a un ritmo moderado”, dijo Fisher. “La comunidad avícola está creciendo a un ritmo lento y sostenible, pero sabemos que la demanda de pollo siempre está creciendo … nosotros solo intentamos mantenernos creciendo al ritmo de esa demanda”.
Desafíos más cerca de casa
Más que centrarse únicamente en la política exterior, la mayoría de los productores están más preocupados por las presiones de costos e infraestructura.
“Los desafíos más inmediatos que un criador de pollos promedio discutiría durante un almuerzo sería el costo de operaciones”, dijo. “Por ejemplo, la inflación, que podría encarecer los equipos o suministros, considerando la posible implementación de regulaciones adicionales a nivel estatal o que el Congreso pudiera aprobar”.
Los recientes logros políticos, tales como la decisión de Maryland de reducir los costos de transporte de los camiones que trasladan aves de corral, son victorias significativas para la industria.
“Maryland estuvo de acuerdo en modificar sus regulaciones de transporte por camión que ahorraría aproximadamente un 10% de ese costo anual. Esto fue una ventaja para la comunidad avícola, teniendo que gastar un poco menos para asegurar que el pollo llegue al mercado —dijo—. Los avicultores siempre buscan maneras de que sus granjas sean más responsables con el medio ambiente y más sostenibles”.
Mientras tanto, los legisladores de Delaware, incluida la congresista Sarah McBride, han presentado la ley SAVE Our Poultry, un proyecto de ley bipartidista que invertiría en la investigación y prevención de la gripe aviar.
“Los precios de los huevos alcanzaron máximos históricos debido a la gripe aviar”, declaró la representante McBride. “Esa crisis no solo encareció las facturas de alimentos de los delawarenses – sino que representó una grave amenaza para el sustento de nuestros productores de huevos –. Debemos realizar la inversión necesaria para asegurar que protegemos a nuestros granjeros y su capacidad para mantener las estanterías abastecidas”.
Aunque el impacto inmediato de los aranceles sigue siendo incierto, Fisher dijo que la industria avícola de Delmarva se mantiene enfocada en lo que está a su alcance.
“Los productores se están enfocando en los cambios que están bajo su control y en las formas en las que pueden asegurarse de no gastar de más para administrar sus granjas y mantener la salud de sus pollos”, dijo. “Cuando destacamos la economía avícola, reforzamos lo importante que es para Delmarva en general… Es una fuente importante de empleo. Ofrece a los jóvenes agricultores una manera de continuar con sus tradiciones familiares. Y buscamos que así continúe durante muchas generaciones futuras”.
Esta historia fue financiada por una subvención de cobertura de la Corporación para la Radiodifusión Pública.
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