Evento en Wilmington ayuda a familias latinas a replantear su nutrición, preservar tradiciones y abordar enfermedades crónicas
Una charla comunitaria en Wilmington enseñó a las familias latinas cómo preservar las tradiciones mientras toman decisiones alimentarias más saludables e informadas.

Guadalupe Castañeda, especialista en nutrición de la Universidad de Delaware, conversa con Johnny Pérez-González, reportero de WHYY News Delaware, sobre cómo la comunidad latina puede preservar sus tradiciones culinarias y, al mismo tiempo, proteger su salud. (Cortesía de Hoy en Delaware)
Un evento reciente en la oficina de Wilmington del periódico HOY en Delaware arrojó luz sobre los problemas nutricionales que afrontan muchas familias latinas en Estados Unidos. La sesión, que es parte de la serie de participación cívica de Primer Estado, producida por WHYY News en colaboración con HOY en Delaware, la conversación se centró en cómo las dietas cambian en Estados Unidos y cómo las familias pueden preservar sus tradiciones culinarias mientras protegen su salud.
El evento se llevó a cabo en formato híbrido, permitiendo a los miembros de la comunidad asistir presencialmente o en línea. También formó parte de la miniserie Plática Comunitaria, que se encuentra en curso durante el verano.
La especialista en nutrición de la Universidad de Delaware, Guadalupe Castañeda, dirigió la conversación, analizando la relación entre el acceso a los alimentos, la educación y las enfermedades crónicas en la comunidad latina.
“Yo siempre digo que estamos muy bendecidos porque tenemos muchos alimentos. El problema es que no tenemos la educación para saber cuáles son los alimentos correctos y cómo comerlos”, dijo.
“Cuando nosotros aprendemos a comer adecuadamente y a porcionarnos, pues obviamente vamos a tener mejor salud, pero desafortunadamente aquí en el estado por información de la división de salud, uno de cada tres personas adultas tiene problemas de obesidad”.
Castañeda luego abrió la discusión a las consecuencias de no comer más saludablemente o hacer elecciones alimentarias más intencionales, señalando problemas de salud que afectan desproporcionadamente a las comunidades latinas.
“Una de las enfermedades más frecuentes, realmente la primera, es la obesidad y de la obesidad se derivan más enfermedades y una de ellas es la diabetes. Hay una población que es grande y tiene prediabetes y diabetes”, dijo. “Y ahorita la verdad es preocupante porque de 2011 a 2022 subió drásticamente el porcentaje de personas. Ahorita hay un 37.9% de personas con enfermedades crónicas”.
Continuó explicando algunos de los hábitos y comportamientos alimentarios que contribuyen a estas estadísticas, no por malicia o negligencia, sino por falta de conocimiento y barreras sistémicas.
“Las prácticas negativas que a lo mejor no sabemos y que no nos damos cuenta es que nosotros, la mayoría, comemos más proteína y carbohidratos y no añadimos vegetales. De hecho, solo el 12% de la población consume frutas y vegetales. O sea, es muy poquito en comparación con tantas personas que somos aquí”, añadió.
En ese momento de la conversación, Castañeda sentó las bases de cómo debería ser un plato saludable. Presentó una guía nutricional visual —un plato dividido en categorías— y explicó a los participantes cada elemento.
“El plato nos dice perfectamente que la mitad de nuestro plato debe ser de vegetales. Aunque tiene aquí la fruta, pero la fruta yo digo, siempre la pongo mejor a un ladito, ¿verdad? Entonces, tenemos también nuestra porción de proteína y nuestra porción de granos y aquí lácteos. Un buen plato y una buena alimentación empieza desde la mañana”, dijo.
También señaló que distribuir las comidas adecuadamente es fundamental para un estilo de vida más saludable, especialmente porque las necesidades nutricionales difieren entre personas. Explicó que el plato de una mujer no debe ser idéntico al de un hombre, y que la actividad física, la edad y el estilo de vida influyen en qué y cuánto se debe comer.
Con el gobierno federal considerando recortes a programas como EBT y SNAP, Castañeda reconoció la presión adicional que esto supone para las familias. Aun así, recordó a los asistentes que aún hay algunos recursos disponibles, especialmente a través de organizaciones comunitarias.
“Hay organizaciones, las iglesias que les donan, el Food Bank de Delaware les dona a ellos y ellos ya les preparan sus canastas y ya se llevan vegetales, se llevan productos”, dijo. “Entonces, pues todavía recursos hay… recursos que la comunidad puede seguir teniendo”.
Para cerrar el evento, Castañeda presentó en vivo una receta de burrito vegano, ofreciendo a las familias un ejemplo real de cómo una alimentación saludable también puede ser sabrosa, económica y culturalmente relevante.
El plato incluía frijoles, zanahoria rallada, cebolla, ajo, queso mozzarella, lechuga y una tortilla de harina; todos ingredientes que buscaban complementar el plato equilibrado que describió anteriormente.
Cerró el evento recordando a la audiencia una verdad fundamental: “La alimentación es tan importante, o sea, es la base de nuestra vida, porque si nosotros aprendemos a comer y balancear nuestros alimentos porcionándolos, pues obviamente vamos a tener una mejor calidad de vida”, dijo.
Esta historia fue financiada por una subvención de cobertura de la Corporación para la Radiodifusión Pública.

Get daily updates from WHYY News!
WHYY is your source for fact-based, in-depth journalism and information. As a nonprofit organization, we rely on financial support from readers like you. Please give today.