Un verano para ponerse al día: cómo los estudiantes de Delaware están recuperando el tiempo perdido por COVID-19
Algunos estudiantes del condado de Sussex han trabajado durante el verano para ponerse al día con el tiempo perdido debido a la pandemia.
Grandes dibujos azules y amarillos en los pisos de los pasillos de la Escuela Primaria Seaford Central le recuerdan a los jóvenes, que llevan ya sus máscaras, continuar con el distanciamiento social. Estamos en pleno verano, la pandemia de la COVID-19 que les costó el aprendizaje presencial durante la mayor parte del año pasado ha disminuido, pero los dibujos adheridos al piso sirven como recordatorio de que la amenaza persiste.
Dentro de un salón de clases, parejas de estudiantes alternan la lectura de párrafos de un libro y discuten cómo el autor emplea ilustraciones para ayudarlos a visualizar la competencia en los Juegos Olímpicos. En otra parte del salón, estudiantes de tercero a quinto grado, quienes hacen parte del Programa de Inmersión en español, leen un libro
En Georgetown, las aulas de la First State Community Action Agency están más concurridas que la mayoría de los años. Este no ha sido un verano típico. Los 15 estudiantes de tercero a quinto grado están en sus escritorios batallando con palabras mientras se turnan para leer una historia en voz alta, párrafo por párrafo. Están trabajando para comenzar el nuevo año escolar con fuerza y están trabajando con sus maestros para recuperar algo de lo que perdieron durante un año que pasaron fuera de sus salones de clase. Salón de por medio, estudiantes más jóvenes divididos en grupos de cuatro, trabajan en sus proyectos con entusiasmo y con ganas de volver a estudiar.
Cuando la pandemia de la COVID-19 azotó a Delaware en marzo de 2020, miles de estudiantes, padres y educadores experimentaron nuevos desafíos mientras navegaban la opción del aprendizaje en línea, luego la transición a la instrucción híbrida y, finalmente, el regreso a la educación tradicional.
Esos desafíos iban más allá del ajuste a una tecnología, desconocida para todos, es también el hecho de no tener accesibilidad a la tecnología en las áreas rurales del condado Sussex, especialmente para familias latinas y de bajos ingresos.
Los distritos escolares experimentaron desafíos para hacerle frente al impacto social y emocional ocasionados por la pandemia; los estudiantes de color se atrasaron en su educación y en sus tareas, y como si esto no fuera suficiente, los padres lucharon con la transición a la tecnología.
Debido a que los distritos escolares también son centros comunitarios, debieron ayudar a las familias con problemas de asistencia para comida y vivienda.
Después de terminar el año escolar 2019-20 en un entorno de aprendizaje remoto, la escuela primaria North Georgetown en el distrito escolar Indian River estuvo entre las que hicieron la transición a una estructura híbrida en el otoño pasado, y los estudiantes regresaron a sus aulas dos veces por semana y recibieron el resto de sus clases en línea.
Lindsey Pérez, estudiante y maestra de la escuela primaria North Georgetown, dijo que ver a estos estudiantes en persona durante un tiempo tan limitado ralentizó su desarrollo educativo.
“Definitivamente pone a los estudiantes que ya están atrasados, aún más atrás”, dijo Pérez.
Todo parecía vacío el otoño pasado, dijeron los maestros de todo el condado Sussex, que para esa entonces no tenían más de cinco a 10 estudiantes en sus aulas, respetando las pautas federales de los Centros para el Control de Enfermedades, cuando estaban acostumbrados a trabajar con grupos de 20 a 25.
El aprendizaje de verano llena los vacíos
Con el respaldo de fondos federales a través de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense, los distritos escolares implementaron este año importantes ampliaciones de sus programas de aprendizaje de verano.
Según el Departamento de Educación del Estado, más del 10% de la matrícula de las escuelas públicas participó en programas de verano. Si bien muchos estudiantes en los niveles de escuela primaria y secundaria tuvieron acceso a programas de aprendizaje en línea, la mayor parte de la instrucción se impartió en persona en las escuelas o en las instalaciones asociadas, como las operadas por la First State Community Action Agency (FSCAA por su sigla en inglés).
La FSCAA ofrece programas para ayudar a las comunidades de color en todo el condado Sussex, incluido un campamento de verano y un programa extracurricular. Esta primavera y verano, cuando los estudiantes regresaron al aprendizaje en persona, los miembros del personal de la FSCAA recibieron información de primera mano sobre los desafíos que las escuelas y los padres están experimentando.
Cuando llegó la pandemia, la FSCAA cambió su programa. Pasó de atender a los estudiantes únicamente después de las horas escolares, a un programa de todo el día. Se inscribieron 151 estudiantes, desde el jardín de infantes hasta la escuela secundaria, lo que les dio a los jóvenes la oportunidad de estar supervisados y de recibir apoyo académico mientras sus padres estaban en el trabajo.
“Nos convertimos en la escuela”, dijo la Dra. Sandi Hagans-Morris, directora del programa FSCAA. Si los padres optaban por el aprendizaje en línea exclusivamente, los estudiantes venían a FSCAA y se quedaban todo el día en lugar de estar en casa. Si los estudiantes se inscribían en un programa híbrido, venían a FSCAA los días correspondientes a la clase regular.
Trabajar con los estudiantes en persona hace una gran diferencia, dijo Hagans-Morris. Cuando los estudiantes se inscribieron en el programa FSCAA, ya tenían tareas incompletas y problemas emocionales asociados con el estrés y las consecuencias del aislamiento provocado por la pandemia.
“Estábamos viendo a los estudiantes pasando por algunos cambios emocionales. Muchos de ellos tenían muchos pensamientos diferentes, muchos comportamientos diferentes, la COVID realmente los impactó mentalmente. Así que estábamos viendo algunas cosas traumáticas que estaban sucediendo”, dijo. “Una niña llegó con 180 tareas. La madre dijo que no había hecho nada en Zoom desde que comenzaron las clases y ya era febrero. Tuvimos que ponerla al día con todas sus tareas”.
Los instructores de FSCAA reconocieron que los estudiantes de color necesitaban más ayuda en la comprensión de lecto-escritura y en las áreas STEM de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Los programas de enriquecimiento de verano enfatizaron que los estudiantes leyeran libros y realizaran actividades relacionadas con la lectura.
“Los padres estaban muy emocionados. Estamos haciendo que los niños lean libros; tenemos toneladas y toneladas de libros que acompañan al programa, actividades que acompañan a los libros y los niños leen libros todos los días”, dijo Hagan- Morris a mediados del verano. Cuando los estudiantes regresen a sus aulas y tomen las evaluaciones estatales anuales la próxima primavera, “sus puntajes deberían ser realmente altos”, predijo.
Combatir los desafíos emocionales
Los miembros del personal en Indian River y algunos otros distritos de Sussex están encontrando estudiantes emocionados de estar nuevamente con sus compañeros. Pero a pesar de la alegría de volver a estar juntos, muchos de esos estudiantes están luchando por recuperar sus habilidades de aprendizaje e interactuar social y emocionalmente de manera apropiada.
Gemma Cabrera, educadora especial de la escuela primaria de North Georgetown en Indian River, dijo que los estudiantes parecen retraídos y no muestran ninguna emoción. Los maestros le han dicho que los estudiantes no interactúan entre sí como lo hacían antes de la pandemia. Cabrera dijo que extraña las reacciones a las que estaba acostumbrada cuando se topaba con ellos en los pasillos.
“He sido maestra y lo siento en mi interior. Un niño de primero, segundo y tercer grado debería estar sonriendo”, dijo Cabrera. “Vienes a la escuela para aprender, para estar con tus amigos”. Ella dijo que los estudiantes parecían estar “completamente apartados de su vida social”.
Los padres también dicen que han notado problemas interpersonales con sus hijos porque no han estado con sus amigos y compañeros de clase durante muchos meses.
“Parece haber muchos problemas de interacción como no llevarse bien y eso es normal, pero sin duda hay efectos luego de seis a ocho meses en los que los niños no tuvieron la oportunidad de interactuar”, dijo Cassidy McDaniel, una madre en el distrito escolar de Cape Henlopen.
Mejorando la comunicación multilingüe
Durante la pandemia la comunicación con los padres, especialmente los de familias latinas y de bajos ingresos, ha sido un problema constante para todos los distritos escolares. Las conferencias de padres y maestros en persona no se pudieron llevar a cabo el año pasado, por lo que los distritos escolares tuvieron que encontrar diferentes formas de relacionarse con los padres para cerrar la brecha de comunicación. El desafío fue mayor para los maestros anglo parlantes que intentaban conectarse con padres que solo hablaban español o criollo haitiano.
Según el sitio web de datos escolares del Estado, North Georgetown tiene una matrícula de aproximadamente 800 estudiantes, de los cuales el 78% son latinos. Durante el año escolar pasado cuando se dio el paso a la enseñanza en línea, la escuela primaria North Georgetown rápidamente reconoció que tendría que hacer ajustes con la mayoría de los estudiantes, dijo su directora Smantha Lougheed. La comunicación siguió siendo un problema con los 250 estudiantes inscritos en el programa de verano de la escuela. Casi todos los inscritos son estudiantes de color y el 80% de ellos son latinos.
La solución de North Georgetown fue utilizar una aplicación de mensajería de texto que traduce inmediatamente los mensajes al idioma del destinatario, dijo Lougheed.
“Nuestros maestros han dicho que han tenido más comunicación con sus padres este año que nunca”, dijo. “Siempre hemos tenido una excelente comunicación con los padres, pero creo que lo que va a salir de esto es una relación aún más estrecha entre nuestras familias y nuestra escuela”.
La escuela primaria West Seaford adoptó un enfoque ligeramente diferente, utilizando una línea directa de idiomas y una variedad de plataformas en línea. Su directora, Lauren Schneider, dijo que una de esas plataformas, Seesaw, le permite a los maestros registrar y compartir lo que está sucediendo en clase y a los padres les permite comunicarse con los maestros.. Al usar la aplicación, los padres pueden ver el “día a día” de su hijo, que muestra el trabajo que ha realizado el niño y los comentarios de los profesores u otros compañeros. Es otra forma en la que los maestros y los padres se comuniquen de manera efectiva, dijo.
En el Distrito Escolar Milford, la Dra. Bridget Amory, directora de aprendizaje estudiantil, dijo que las relaciones con los padres giraron en una dirección diferente, con una mayor dependencia de las reuniones en línea, así como el “uso de una variedad de herramientas de comunicación como mensajes de texto, teléfonos y redes sociales”.
Los padres de Indian River dicen que están contentos con la comunicación entre los que no hablan inglés y los maestros de sus hijos. La mayoría quiere que los profesores sigan usando mensajes de texto para comunicarse con ellos.
Celia González-Santizo, residente de Georgetown y madre de tres estudiantes en las escuelas del distrito, dijo que poder enviar mensajes de texto a los maestros de sus hijos, le ha ayudado a desarrollar una relación más cercana con ellos. Sabe que si tiene una pregunta sobre la educación de sus hijos, los profesores le responden porque ahora es más fácil contactarlos y establecer una comunicación con ellos.
“Ahora fue más fácil porque tengo comunicación siempre. Si quería saber cómo iban en sus estudios, ellos me mandaban mensajes, como que para mí fue mucho mejor”, dijo González-Santizo. “Si uno necesita saber algo de nuestros hijos, manda uno el mensaje y nos contestan”.
Una mejor comunicación trae nuevos desafíos
De acuerdo con algunos miembros de North Georgetown Elementary y otras escuelas con un número en aumento de padres que no hablan inglés y la necesidad de una comunicación fluída, estos padres se sienten ahora más cómodos hablando sobre temas que no están relacionados con la escuela.
“Solo podemos ayudar hasta cierto punto”, dijo Cabrera. “Problemas como los desalojos o problemas sobre cómo encontrar comida o poder ayudar con la atención médica, ya sabes, están más allá de nuestro alcance”, dijo.
Cabrera y Lougheed dijeron que intentan brindar a las familias la mayor cantidad de recursos posible, pero que hay mucho que pueden hacer. Cabrera dijo que comprenden las diferentes ramificaciones de otros problemas que afectan a un niño, pero su misión principal es educarlos.
Entre los problemas que experimentaron las escuelas de Sussex, el más común fue la falta de asistencia de los estudiantes al aprendizaje en línea, ya sea porque las familias no tenían acceso a Internet o porque no sabían cómo usar la tecnología.
El distrito escolar Woodbridge en el noroeste de Sussex descubrió que alrededor del 30% de sus familias no tenían acceso a Internet. Sin embargo, esto cambió cuando el Departamento de Educación del Estado utilizó fondos federales de la Ley CARES para proporcionar un punto de acceso a Internet para atender a cientos de familias.
Una vez que se establecieron los puntos de acceso, en Woodbridge y otras partes del condado, las escuelas organizaron reuniones en persona para que los padres aprendieran a usar la tecnología y las plataformas en línea.
“Teníamos varias familias todos los días que venían aquí y se sentaban con los miembros del personal para aprender las plataformas en línea para poder ayudar a sus hijos en casa”, dijo Lougheed.
El aprendizaje en persona regresa este otoño
Los funcionarios de los distritos escolares de Seaford y Milford están trabajando arduamente para tener a su personal listo para regresar al aprendizaje en persona este otoño. La reanudación de la instrucción en persona, dicen, restablecerá las estructuras críticas para los estudiantes y las familias.
Si bien algunos estudiantes pueden tener más responsabilidades que otros, muchos son optimistas sobre el comienzo del nuevo año académico, especialmente los estudiantes de secundaria o preparatoria.
Después de terminar sus estudios en la escuela primaria North Georgetown con un año académico de aprendizaje virtual, Yareli González-Santizo está emocionada de volver a ver a sus maestros cara a cara en la escuela intermedia Georgetown. El año pasado fue bastante estresante, dijo, tratando de usar Zoom para sus propias clases mientras ayudaba a su hermano Ethan Orozco, de 7 años.
“Estoy emocionada porque quiero conocer a mis nuevos maestros”, dijo. “Quiero conocer nuevos amigos, quiero que sea en persona ya que será mi primer año en la escuela secundaria. Quiero tener esa experiencia”.
Este es el primero de una serie de artículos producidos por pasantes de periodismo de Delaware Community Foundation que examinan el impacto de Covid-19 en la población latina en el condado Sussex: SIGUIENTE: Los programas de inglés como segundo idioma para adultos cambian de marcha durante la pandemia. Para obtener más información, visite https://www.delcf.org/journalism/
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