Cómo una joven activista puertorriqueña promueve el empoderamiento político en Filadelfia
Philly Boricuas es una organización joven que busca empoderar a la creciente comunidad puertorriqueña de Filadelfia.
Esta historia es parte de la The 47: Historias along a bus route, una colaboración con WHYY’s PlanPhilly, Emma Restrepo y Jane M. Von Bergen.
Este artículo está escrito en español. Para leer este artículo en una combinación de inglés y español, haga clic o toque aquí or to read this article entirely in English, click or tap here.
El día de las elecciones llegó y se fue. Ya se empacaron las máquinas de votación, y ya se ordenaron y se contaron las papeletas. Sin embargo, para los boricuas, los nacidos en Puerto Rico, la elección para presidente 2020 fue algo para observar, no para participar.
¿Por qué? La Isla es un territorio de los Estados Unidos con una población de ciudadanos estadounidenses que pagan la mayoría de los impuestos federales y que viajan libremente dentro de los Estados Unidos. Sin embargo, estos ciudadanos estadounidenses no pudieron hacer lo que hicieron el resto de los ciudadanos estadounidenses el día de las elecciones presidenciales. Por ley, los boricuas que viven en la Isla no pueden votar por su presidente, el presidente de los Estados Unidos.
Es por eso que Puchi De Jesús, una joven activista que creció en Puerto Rico y se mudó en marzo de 2019 a Filadelfia, quiere aumentar la participación política entre los latinos en la ciudad que la ha acogido. “Es muy importante que la comunidad puertorriqueña participe y ejerza su voto como miembro de la diáspora boricua porque nuestros familiares en la Isla no tienen el derecho de votar por el presidente de los Estados Unidos”, dijo. “Y hay un poder que se tiene cuando puedes hacer eso desde aquí. Y no es sólo votar por el presidente, es también votar por congresistas y senadores que tienen poder para hacer cambios en la isla de Puerto Rico”.
De Jesús, quien ahora vive en el sur de Filadelfia, es miembro fundadora de Philly Boricuas. Un grupo que comenzó en el verano de 2019 reuniendo a los puertorriqueños en la ciudad para apoyar la destitución del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, luego de que sus comentarios homofóbicos, misóginos y crueles en un chat grupal se filtraran a los medios de comunicación. En Puerto Rico, millones de personas protestaron y en un momento cerraron una carretera de once carriles. Lo que enfureció particularmente a los manifestantes fue la burla del grupo a las víctimas del huracán María y el manejo inadecuado de los recursos para paliar la crisis. Rosselló finalmente renunció el 2 de agosto de 2019.
El 2 de agosto, día en que Roselló dejó el poder, en Filadelfia, algunos boricuas, principalmente del norte de la ciudad, caminaron, condujeron o tomaron el autobús de la Ruta 47 hasta Fairhill Square para pedir la renuncia del gobernador. Y el evento se convirtió en el principio de Philly Boricuas no sólo para De Jesús, sino también para el resto de sus compañeros organizadores: Vanessa María Graber, Charito Morales, Adrián Mercado, Adrián Rivera Reyes, Fermín Morales, Ami Aviles y Michael Collazo.
“Comenzamos a decir que esto era algo que tenía que continuar, esto tenía que ir más allá de ‘Ricky renuncia’. Tenemos que seguir educándonos, trayendo información y conectar a la ciudad con la gente de la Isla”, dice De Jesús. “La comunidad puertorriqueña aquí en Filadelfia ha sido bastante abandonada por el gobierno local. Es importante que los puertorriqueños salgan y voten en lo que son las elecciones cuando hay…¿cómo es que se dice la palabra?, the policies. Cuando hay policies a nivel local y leyes en discusión, que van a afectarnos como comunidad. Es muy importante que la comunidad no se deje manipular y que no se deje pisotear”.
De Jesús ve, principalmente, dos barreras que impiden que los latinos participen al ciento por ciento en política: el idioma y la falta de conocimiento de cómo funciona el sistema político. “A veces, dice De Jesús, los latinos que obtienen educación política y que alcanzan el poder no están dispuestos a compartirlo”.
Por eso, opina que la educación es la respuesta y es mejor si comienza en casa, como le pasó a ella en Puerto Rico. Su padre, nacido en Ecuador y criado en Estados Unidos, creía apasionadamente en el sueño americano. “Tú eres americana, tú no eres puertorriqueña, tienes un pasaporte americano”, le decía. Su madre, por el otro lado, le enseñó a estar orgullosa de sus raíces puertorriqueñas, a luchar por su herencia, por la justicia y por la independencia de la Isla.
“En Filadelfia, es importante que los niños aprendan a interactuar con el sistema político desde jóvenes”, dice De Jesús. Y es que Philly Boricuas estaba trabajando para desarrollar programas educativos, pero pasó a recaudar dinero para ayudar a los isleños después de que Puerto Rico fuera golpeado por terremotos y por la devastación del huracán María. De todas formas, el objetivo de la educación política no ha desaparecido. “Se empieza desde casa y muchos de nosotros no nos empezamos a educar en la política hasta que ya somos adultos y estamos perdidos y no sabemos qué hacer. ¿Cómo vamos a decir que necesitamos representación latina en el gobierno y en la política cuando ni siquiera sabemos por dónde empezar?”.
Philly Boricuas es una organización pequeña y recién hasta ahora inicia su trabajo; tan es así que no tiene un lugar de reuniones, no tiene cuenta bancaria, ni mucho menos dinero. Cuando los organizadores necesitan comprar algo, “hacen un serrucho”, como dicen en Puerto Rico cuando se junta dinero entre todos.
De Jesús cree que algún día los latinos de Filadelfia podrán tener suficiente poder para elegir un alcalde latino y aumentar la participación a nivel gubernamental. Pero, dijo, esas personas tendrán que representar a toda la diversidad de latinos, no sólo a la gente de un país u otro. “Esto de puertorriqueños en contra de dominicanos, cubanos en contra de quien sea, no puede seguir así”, dijo.
Si bien existen diferencias, los latinos en Filadelfia comparten preocupaciones y realidades como la pobreza, el crimen y, en muchos casos, la política de inmigración. Aunque la inmigración no sea un tema urgente para los puertorriqueños, De Jesus dice que “nos debemos ayudar porque si estamos divididos vamos a fallar y no vamos a poder vencer el problema. Nos quieren divididos porque si estamos divididos nos pueden dominar”. De Jesús cree que la forma de superar las divisiones es a través del conocimiento. “Darle voz a la comunidad puertorriqueña y educarla, para que conozca los problemas de la isla en Puerto Rico y a medida que eso pasa, nosotros también ayudemos a la independencia de Puerto Rico. Nuestra educación es educación política sobre la historia de Puerto Rico, sobre las verdades lindas y feas”, concluyó.
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