‘La Salsa’ de los emprendedores dominicanos en Filadelfia

Raymon Rincón es dueño de dos barbería en North Fifth Street en Filadelfia. Es parte de una comunidad de empresarios de la República Dominicana.

Raymon “La Salsa” Rincón inside of his shop, which he has owned since 2007. | Raymon “La Salsa” Rincón dentro de su tienda, de la que es propietario desde 2007. (Photo by Bernardo Morillo/WHYY)

‘La Salsa’ de los emprendedores dominicanos en Filadelfia

Raymon Rincón es dueño de dos barbería en North Fifth Street en Filadelfia. Es parte de una comunidad de empresarios de la República Dominicana.

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Esta historia es parte de la The 47: Historias along a bus route, una colaboración con WHYY’s PlanPhilly, Emma Restrepo y Jane M. Von Bergen.

Este artículo está escrito en español. Para leer este artículo en una combinación de inglés y español, haga clic o toque aquí or to read this article entirely in English, click or tap here.

La barbería de “La Salsa Rincón” en el norte de la calle 5, va muy bien.

Con un toldo naranja y grandes ventanales que dejan ver el ambiente caribeño y el trabajo profesional de un grupo de jóvenes dominicanos, la barbería La Salsa Rincón no pasa desapercibida.

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Como muchos pequeños negocios del norte de Filadelfia, la barbería La Salsa Rincón de Raymon Rincón tiene un sabor caribeño: el sonido de las rasuradoras eléctricas ahogado por el sonido del reggaetón, la bachata o la salsa, interrumpido por risas, alegría y camaradería.

La Salsa Barber Shop #2 is the second shop that Raymon “La Salsa” Rincón owns on North Fifth Street. | La Salsa Barber Shop # 2 es la segunda tienda que Raymon “La Salsa” Rincón tiene en North Fifth Street.(Photo by Bernardo Morillo/WHYY)
La Salsa Barber Shop #2 is the second shop that Raymon “La Salsa” Rincón owns on North Fifth Street. | La Salsa Barber Shop # 2 es la segunda tienda que Raymon “La Salsa” Rincón tiene en North Fifth Street.(Photo by Bernardo Morillo/WHYY)

“El ambiente de una barbería, hay que ser un poco… como digo… un poco cariñoso”, dijo Rincón. Los clientes pueden ser exigentes y también problemáticos. “Hay que tener paciencia para saber cómo lidiar con personas revoltosas. Pero esas personas que vienen así, las tratas con cariño, las tratas con amor”.

La clientela refleja el vecindario: una importante presencia de latinos especialmente puertorriqueños y dominicanos, como Rincón, pero también afroamericanos.

Route 47

“El movimiento de la [calle 5] es bueno, incluso hasta los que manejan la gua gua 47 miran la barbería y ellos quieren saber lo que hay aquí, entonces lo intentan, prueban el sabor y regresan”, dijo Rincón, “hacemos bien el trabajo y los tratamos [a los clientes] bien”.

Rincón llegó a los Estados Unidos en la Navidad de 1997. Llegó con cierta reticencia porque “diciembre es un mes muy bonito en los países de uno, pero como ese era mi trabajo y no me gobernaba, tenía que venir”.

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Rincón, músico de güiro, y sus compañeros de banda, vinieron de gira a los Estados Unidos. Rincón viajó con Willian Segura, conocido como “El Vacandú”, eran parte de “un hermoso grupo de bachata”, recordó Rincón.

La primera parada fue Manhattan y en febrero, se embarcaron en otra gira hacia Europa; fueron a Puerto Rico y luego a Miami antes de terminar en Nueva York. Después cada uno tomó su camino y Rincón se quedó en Nueva York porque “a pesar de lo difícil que es, el que es león se queda”.

A Filadelfia llega en 2003, donde continúa tocando, pero con otra agrupación. Le gustó.

“Parecía un barrio, un barrio de nosotros”, dijo “parqueo, más meneo y menos ajetreo, entonces lo vi mejor que Manhattan y decidí quedarme aquí en Filadelfia”.

Migrar de Nueva York a Filadelfia, es un patrón muy común entre puertorriqueños, dominicanos y mexicanos.

Establecido en Filadelfia, Rincón seguía tocando, pero al mismo tiempo trabajaba en “la grama y en construcción” lo que le permitió conocer otros músicos y a su barbero. “Y yo vi el negocio de la barbería tan bonito y como tan simple que se veía”.

Raymon “La Salsa” Rincón was able to open up his shop with the support of a friend — now we works to help members of his team who want to go solo too. | Raymon “La Salsa” Rincón pudo abrir su tienda con el apoyo de un amigo - ahora el también ayuda a los miembros de su equipo que también quieren abrir sus propias tiendas. (Photo by Bernardo Morillo/WHYY)
Raymon “La Salsa” Rincón was able to open up his shop with the support of a friend — now we works to help members of his team who want to go solo too. | Raymon “La Salsa” Rincón pudo abrir su tienda con el apoyo de un amigo - ahora el también ayuda a los miembros de su equipo que también quieren abrir sus propias tiendas. (Photo by Bernardo Morillo/WHYY)

Un día, recuerda Rincón, “me dieron laid off en el trabajo en la grama y los palos, y me iba a la barbería a hacer chistes. Y entonces yo le dije al amigo: ‘¡dame esa silla!’, y él me dijo: ‘¡cógela y compra los hierros!’, y yo compré los hierros y me gustó el negocio”.

Rincón es dueño de una segunda barbería, La Salsa II, a unas pocas cuadras en la misma calle 5. Él es uno de los dueños de los miles de negocios dominicanos en Filadelfia. Los dominicanos constituyen un gran porcentaje de los casi 12.000 empresarios latinos de la ciudad, según cálculos aproximados de Jennifer Rodríguez, presidenta y directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Hispana de Filadelfia.

“Los dominicanos llegan con hambre de progresar”, dijo Rincón. “Las peluquerías son dominicanas, los salones de belleza, las bodegas, los negocios para enviar cosas y dinero, casi todos son de dominicanos”.

Los negocios de inmigrantes como el de Rincón juegan un papel importante en la economía de la nación. Investigadores de la Fundación Ewing Marion Kauffman, quienes estudian emprendimiento, estiman que los inmigrantes tienden a iniciar nuevos negocios al doble de la tasa de los estadounidenses nativos. Los inmigrantes también hacen crecer sus negocios.

La Salsa Barber Shop serves the surrounding community on North Fifth Street, mostly Black and Latino Philadelphians from the area. | La mayoría de los clientes de La Salsa Barber Shop son latinos y afroamericanos del área local. (Photo by Bernardo Morillo/WHYY)
La Salsa Barber Shop serves the surrounding community on North Fifth Street, mostly Black and Latino Philadelphians from the area. | La mayoría de los clientes de La Salsa Barber Shop son latinos y afroamericanos del área local. (Photo by Bernardo Morillo/WHYY)

En 2017, el Center for American Entrepreneurship analizó los antecedentes de los fundadores de las compañías de Fortune 500, las empresas más grandes de Estados Unidos y el análisis mostró que el 43% es de inmigrantes de primera o segunda generación.

“El emprendimiento es una opción viable y relativamente efectiva para los inmigrantes que necesitan generar ingresos”, dijo Rodríguez. “Los profesionales cuyos títulos no se reconocen aquí, abren negocios y, en algunos casos, son inmigrantes con falta de educación para quienes hablar inglés es un obstáculo”.

“Sabemos que los negocios latinos tienden a contratar personas de la misma comunidad con más frecuencia y personas con historiales que no serían elegibles para empleos en las grandes corporaciones”, dijo Rodríguez.

“Los emprendedores se ayudan unos a otros” porque, como explicó Rodríguez, “el acceso al capital es un desafío para los nuevos pequeños negocios y en particular, para los negocios de los inmigrantes que quizás no tienen las conexiones o la información para acceder a capital”.

Eso es definitivamente cierto en la comunidad dominicana de Filadelfia.

A Rincón su hermano de crianza le prestó el dinero inicial y así pudo comprar su primera barbería en 2007. “Todavía le agradezco con mi alma”, dijo Rincón.

“Si usted es una persona que a pesar de que no tenga papeles, de que no tenga Social Security pero hay amigos que se han fajado y tienen negocios, quieren que los otros amigos crezcan; así es que se debe de ser, ayudar al prójimo. Yo he ayudado a muchísima gente”, recordó Rincón. Entre inmigrantes el sistema es una cadena de solidaridad.

Pero no es fácil, algunos barberos que comienzan a trabajar en la barbería de Rincón, con el tiempo abren sus propios negocios, pero para Rincón la respuesta es sencilla: “No hay problema, tú sabes que yo te ayudo”.

Rincón employs a team of 15 young people, most of whom are also Dominicans and from the local community. | Rincón cuenta con un equipo de 15 jóvenes, la mayoría dominicanos y de la comunidad local. (Photo by Bernardo Morillo/WHYY)
Rincón employs a team of 15 young people, most of whom are also Dominicans and from the local community. | Rincón cuenta con un equipo de 15 jóvenes, la mayoría dominicanos y de la comunidad local. (Photo by Bernardo Morillo/WHYY)

Rincón tiene un equipo de 15 jóvenes, la mayoría dominicanos. Todos ellos conocen muy bien a sus clientes; lo suficientemente bien como para adivinar qué estilo quieren dependiendo, en algunos casos, de su origen, ya sea si son de México, de Puerto Rico o del Caribe en general. “Esta barbería es cinco estrellas”, se enorgullece Rincón. “Puedes comprobar que somos la número uno”.

El ambiente en La Salsa Rincón Barber Shop es decididamente masculino, pero también aparecen mujeres que traen hijos o sobrinos para que les corten el pelo. “Las mujeres que vienen aquí, están contentas porque nadie las molesta”, dice Rincón. Dada la reverencia especial por las mujeres que entran por la puerta, no es de extrañar que haya romance. Después de todo, los caribeños son famosos por su amabilidad y dulzura. Rincón asevera, “si la quiere enamorar, de la calle pa’fuera, pero aquí hay un respeto”.

Para Rincón, la clave es saber trabajar. Y “saber trabajar significa seguir las normas de la ciudad, llegar temprano, limpiar, tener una buena cara para el cliente cuando entra y hacer el trabajo que el cliente quiere, y dejar que el cliente se vaya feliz. [Eso] permite que el cliente vuelva mañana”.

Rincón nunca ha abandonado su música. La Salsa Mambo es su proyecto musical y ya ha grabado merengue, bachata y salsa “a ver cuál pega”. Todavía sueña con dar la vuelta al mundo tocando, pero mientras tanto, encuentra satisfacción en sus dos barberías.

Él, como muchos inmigrantes, le agradece a este país. “Mi vida comenzó desde que me quedé en este país. Hoy estoy bien, Yo estoy feliz. Es bueno en este país. Tengo a mi esposa. Tengo mis hijos. Tengo todo. ¿Qué más se puede pedir?”.

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